martes, 11 de octubre de 2016

REPLICA A LA PRESIDENTA DE ADECETMA EN EL ARTICULO PUBLICADO EN EL BOLETIN

Hablo en nombre de un colectivo de trabajadores de Cruz Roja como réplica a las manifestaciones de Deli Edreira en el artículo publicado en El Boletín en el día de hoy http://www.elboletin.com/nacional/140533/sangre-madrid-cruz-roja-centro-transfusion.html. Se percibe, por sus declaraciones, que está bastante molesta. Imagino que será por el artículo que ha salido hoy en el diario El País.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/10/10/madrid/1476123046_266552.html.
Debe ser porque por fin alguien arroja un poco de luz y manifiesta verdad con la afirmación de que “Cruz Roja no gana un euro con las donaciones de sangre”. Sus mentiras campaban a sus anchas en los medios de comunicación y por fin alguien ha salido a sacarle los colores.


La sospecha de que sea un negocio no la levantamos nosotros, la habéis levantado vosotros y hemos tenido que soportar acusaciones infundadas sobre nuestra labor en el día a día. Si alguien con dos dedos de frente se parara a pensar en lo que dices, se daría cuenta de las barbaridades que afirmas. Tergiversas la información, manipulas la opinión pública, ocultas intencionadamente la realidad con la única intención de causar alarma social con la finalidad de…algún interés oculto parece haber detrás de todo esto. Lo triste es que de lo que hablas es un tema de tal calado que para poder entenderlo hace falta saber de dónde venimos, donde estamos y donde podemos llegar.

Vamos a decirlo claro para que todo el mundo pueda entenderlo. Decís defender la sanidad pública alegando que tras la firma del Convenio, lo que se ha efectuado es una privatización. Entonces, tendréis que contestar a una cuestión que de momento no tiene una repuesta clara: Si tu interés es defender que la donación de sangre sea 100 x 100 pública, ¿por qué no has dicho ni una sola palabra en contra del Convenio firmado entre la Comunidad de Madrid y el Grupo Hospitales Madrid, que ha permitido a este grupo privado convertirse en Unidad de Extracción de Sangre por primera vez en su historia? ¿Qué interés oculto existe detrás de esta omisión de información? ¿Por qué la actuación de ADECTEMA ante los Tribunales se ha limitado a impugnar el convenio con Cruz Roja y no aparece el de los Hospitales Madrid? ¿No parece un poco sospechoso?

En multitud de ocasiones he escuchado decir que lo que queréis es revertir el proceso. ¿Revertir el proceso? Sería ponernos en el escenario anterior a la firma del Convenio. ¿Quieres decir, entonces, que vuelva a existir dos Centros de Transfusión, uno de Cruz Roja y otro de la Comunidad? Porque eso es precisamente lo que pasaba antes de la firma del Convenio. Para los trabajadores de Cruz Roja sería una excelente noticia, te lo aseguro. Los técnicos de laboratorio que dejaron sus funciones al tener que cerrar los laboratorios volverían a desempeñar las funciones para las que han estudiado y trabajado durante tantos años.

Para quien no lo sepa, antes de la firma del famoso Convenio, Cruz Roja tenía su propio Centro de Transfusión fundado en 1960 y la Comunidad de Madrid tenía también un Centro de Transfusión creado por decreto en el año 1988. Cada Centro de Transfusión extraía, procesaba, analizaba y distribuía a los hospitales la sangre que cada uno recogía mediante sus autobuses de donación de sangre, cubriendo los costes mediante precios fijados por la Comunidad de Madrid publicados en el BOCM.  

La regulación sobre donación de sangre en España es muy reciente y la primera Ley de Hemodonación se publicó en el año 1985. Entonces, el panorama existente en España era muy diverso, habiendo Centros de Transfusión Privados, algunos de ellos de Cruz Roja, y otros públicos que se fueron creando. En todas las Comunidades se llegaron a Acuerdos con Cruz Roja para que existiera un solo Centro de Transfusión y así evitar duplicidades. Algunos de ellos, en Cataluña por ejemplo, quedaron integrados en la red pública, otros, el caso de Asturias, se creó un Patronato formado por la Administración Pública y Cruz Roja, etc.  En 2013 la única Comunidad que quedaba con dos centros de transfusión era la Comunidad de Madrid.

La decisión tomada entonces para la consecución de un solo Centro de Transfusión Público para esta Comunidad fue la de la firma del Convenio en cuestión, entre Cruz Roja y la Comunidad. Desde entonces, nunca más podrá revertirse la situación. Cruz Roja nunca más podrá ser Centro de Transfusión, por lo que la firma de este Convenio supone un acuerdo de reconocimiento para ambos centros.

Cuando el Hospital de Cruz Roja en la Avenida de Reina Victoria fue integrado en la Red Pública, ninguna voz salió en su contra. Era en cierto modo natural que Cruz Roja cediera esta actividad en beneficio de la Red Pública Sanitaria, pero se hizo con todo el respeto a los profesionales que llevaban ejerciendo tantos años en el Hospital de Cruz Roja. Se respetó sus derechos como trabajadores y no se les cuestionó. La opinión pública aceptó de buen grado que se llegara a ese acuerdo. A muchos de los profesionales se les ofreció formar parte del nuevo Hospital de Getafe. Nadie les acusó de ser privados y estar copando una actividad pública.  

¿No es igualmente justo llegar al acuerdo que sea para que 150 trabajadores de Cruz Roja que durante tantos años han trabajado con unos elevados estándares de calidad mantengan su puesto de trabajo? Este acuerdo no supone una privatización, bien lo sabes tú, portavoz de ADECETMA. Es UN ACUERDO, en el que una y otra parte han cedido parte de su actividad y reforzado otra. Cruz Roja cedió su actividad en los laboratorios que tuvo que cerrar y reforzó el área de extracción de sangre en la calle y la Comunidad de Madrid cedió su actividad de extracción en la calle y reforzó su actividad en laboratorio donde tuvo que contratar más personal. ¿Qué hay de injusto en esto?

Continúo analizando tu artículo en El Boletín. Sí, se estaba haciendo una actividad determinada con un coste determinado. Es decir, los trabajadores del Centro de Transfusión, cuyos salarios son más elevados que los de Cruz Roja realizaban esa actividad. Además de pagar los salarios había que sumar todos los gastos del material, y demás derivados de la realización de colectas en la calle. Todos los gastos generados para esa actividad vienen determinados por el precio fijado en el Boletin Oficial de la Comunidad de Madrid para la obtención de una bolsa de sangre total para transfundir que es de 95 euros. Es decir, la Comunidad de Madrid realizaba esa actividad pero no de forma gratuita, ¿verdad?. Por tanto, no hay que pensar mucho para saber que los 67 euros por bolsa no representan un sobrecoste.

¿Cuánto le costaba antes obtener una bolsa de sangre total a la Comunidad de Madrid? En el BOCM la bolsa de sangre total analizada está fijada en 95 euros. ¿Cuánto le cuesta ahora la obtención de las bolsas de sangre total extraídas por Cruz Roja? 67 euros. Representa menos gastos para la Comunidad de Madrid y por supuesto ningún beneficio para Cruz Roja. Pero esta no es la cuestión. Lo que pretendo es que se entienda que no es un sobrecoste.

Te has cansado de repetir que era una actividad que hacía la Comunidad de Madrid (-como si la hiciera gratis-) y que ahora le cuesta además 67 euros. ES FALSO. Me fascina como se puede faltar tanto a la verdad y que los medios de comunicación se hagan eco de tantas falsedades sin pararse a pensar en lo que se está contando.

Dices “¿Por qué hay tanto interés en que sea Cruz Roja? ¿Por qué nadie explica por qué son 67 euros?, ¿Por qué siguen haciéndolo si, como dicen, están perdiendo dinero?, ¿De dónde sacan el dinero para seguir con una actividad que les resulta, a priori, deficitaria?”.

Mi pregunta es ¿por qué tienes tú tanto interés en que no sea Cruz Roja? Si el Centro de Transfusión de Cruz Roja ya estaba antes (se fundó hace 56 años) de que existiera el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid. ¿No te parece justo y que entra dentro de la lógica que se llegue a un acuerdo de reparto de competencias para no dejar en la estacada a una Institución y a sus 150 trabajadores que tanto han trabajado por la donación de sangre en Madrid. Te recuerdo que cuando en España se pagaba por la donación de sangre, Cruz Roja fue la única institución que promovió la donación de sangre desinteresada y altruista para asegurar la seguridad transfusional. Ahora está promoviendo que así sea en otros países en vías de desarrollo donde todavía se paga por donar sangre.

Mira, sí que se ha explicado de donde vienen los 67 euros pero no hay más sordo que el que no quiere escuchar. Si son 95 euros lo que cuesta una bolsa de sangre total para transfundir y a Cruz Roja se le dan 67 euros, es porque además se le cede el material fungible. No hay que ser muy inteligente para pensar que si el precio fijado fueran 67 euros y Cruz Roja obtuviera 95 euros por cada bolsa de sangre, entonces sí qué habría sospecha de lucro. Pero en el caso que estamos tratando, está más que claro que se trata de una recuperación de costes y de un servicio que Cruz Roja presta a la Comunidad y que además da trabajo a 150 familias.

También se le han cedido (que no regalado) los autobuses que, lejos de valer la abultada cifra que habéis mencionado, están valorados mediante auditoría externa en una cifra muy muy inferior a lo que habéis dicho. Tienen muchos años y Cruz Roja ha tenido que invertir bastante dinero en acondicionarlos para cumplir con la excelencia a la que tenemos acostumbrados a nuestros donantes de sangre. Pero lo que no mencionas nunca en tus comunicaciones es que Cruz Roja también ha cedido gratuitamente aparataje y material de sus laboratorios al Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.

Si llegáramos a los objetivos que tanto esfuerzo nos está costando conseguir, cubriríamos costes, sin beneficio alguno. Así está calculado. Pero hoy por hoy, es una actividad deficitaria y Cruz Roja continúa porque ha adquirido un compromiso con la ciudadanía. Y nos esforzamos denodadamente cada día para tratar de recuperar a todos esos donantes que por tu falta de escrúpulos han dejado de acudir a donar sangre con nosotros. Miente que algo queda. Te diré que a pesar del déficit que Cruz Roja tiene en esta actividad, ha respetado todos los puestos de trabajo y reubicado a todo el personal de laboratorio, con lo fácil que hubiera sido realizar un ajuste plenamente justificado. ¿Qué de dónde sacan el dinero? De ninguna parte. Son pérdidas que institucionalmente son asumidas.

Dices “La Comunidad de Madrid nos dice que el 85% de esos 67 euros es para coste de personal. Algo que nos escandaliza, porque esos sueldos ya se estaban pagando antes. Es decir, nos dicen que están pagando dos veces por lo mismo” “si eso fuera así, los salarios de las personas que trabajan para Cruz Roja serían bastante más elevados”.

No dejas de decir barbaridades. No sé el porcentaje que representa el coste de personal aunque es bastante probable que se acerque a esa cifra. Pero no entiendo tu escándalo. Disculpa, pero me resulta jocoso que digas que se están pagando dos veces por lo mismo. Esta frase la tienes que volver a explicar porque de verdad que no logro comprender cuando dices que se está pagando dos veces por lo mismo. Que yo sepa cada bolsa de sangre extraída por trabajadores de Cruz Roja es llevada al Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid. Allí es procesada, analizada y distribuida a los hospitales públicos y privados de Madrid, recuperando costes la Comunidad de Madrid con cada bolsa distribuida con importes que van entre 124 euros y 450 dependiendo de los componentes sanguíneos. Por cada una de estas bolsas, Cruz Roja recupera 67 euros. Por tanto, no comprendo lo de la duplicidad en los pagos.

Nuestro Convenio Colectivo, al igual que el de la Comunidad de Madrid está publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Te invito a que eches un vistazo para que veas nuestros salarios y los compares con los vuestros y luego hablamos.

Dices “la sangre tiene un precio, el material, el procesamiento, el personal. Pero ese coste ha existido siempre. Lo que no había antes eran esos 67 euros extras, lo que incrementan las sospechas de negocio. Antes ese trabajo lo hacían los centros de transfusión y el personal cobraba un salario por extraer sangre. Por lo cual, no había ningún sobrecoste”.

Efectivamente, la sangre tiene un precio porque el personal, tanto del Centro de Transfusión Público como el de Cruz Roja, como el de cualquier parte del mundo no trabaja sin remunerar. Ese coste ha existido siempre. Antes, ese trabajo lo hacían los trabajadores del Centro de Transfusión Público y el personal cobraba un salario por extraer sangre. AHORA NO LO HACEN LOS TRABAJADORES DEL CENTRO DE TRANSFUSIÓN PÚBLICO, por lo tanto LA COMUNIDAD DE MADRID NO TIENE ESE GASTO. Ahora ese trabajo es realizado por los trabajadores de Cruz Roja y a la Comunidad de Madrid le cuesta menos que antes. Por lo tanto, ahora no hay ningún sobrecoste, en todo caso, un ahorro de costes, garantizando además la calidad y excelencia en el trabajo.

Dices “la Cruz Roja realiza una actividad que en vez de potenciar, ‘desprecia’. “La Cruz Roja no ha obtenido la sangre que se comprometió a obtener. De hecho, el año pasado si tenían que traer 140.000 bolsas trajeron 23.000 bolsas menos. Entonces, ¿cómo se ha solucionado? Pues este año se les han bajado los objetivos y tienen que traer menos bolsas. Si tan bien lo hacéis, ¿por qué no habéis aumentado o cumplido los objetivos?”.

En tu afirmación de que Cruz Roja realiza una actividad que en vez de potenciar, “desprecia”, sólo puedo decir que el papel lo aguanta todo. Afirmas un disparate detrás de otro. Cruz Roja no desprecia ninguna actividad de las que realiza. Y si no ha obtenido la sangre que se comprometió a obtener es por vuestra campaña de desprestigio cimentada a base de mentiras que tanta confusión ha provocado entre los donantes de sangre. Puedo afirmar con conocimiento de causa que campañas de donación de sangre en empresas donde solíamos obtener 40 y 45 donaciones ahora nos cuesta obtener 20 donaciones y la razón argumentada por los donantes es la frase tantas veces repetida “Mi sangre no se vende”. Gracias a vuestro falaz discurso, a vuestras afirmaciones tramposas nos han vetado acudir a algunas empresas y lo que es más escandaloso nos han prohibido ir a algunos pueblos del Corredor del Henares. ¿Hay algo más dictatorial que eso?  Y después de todas estas artimañas para conseguir que no cumplamos los objetivos marcados, nos acusas de esto mismo. Abandona tu estrategia contra nosotros y di la verdad sobre lo que está sucediendo, sin omitir de donde partimos para que el ciudadano pueda forjarse una opinión sin trampa ni cartón.

La pregunta queda en el aire, ¿si no hubiera habido campaña de infamia contra nosotros, habríamos logrado la consecución de los objetivos?  Mi respuesta es que sí. Gracias a la información sesgada y manipulada de la que algunos medios de comunicación se han hecho eco interesadamente, los donantes de sangre han puesto en tela de juicio nuestra labor y han optado muchos de ellos por poner en cuarentena el donar en las unidades móviles. Lo peor de todo, no nos engañemos, es que muchos de ellos no donan tampoco en los hospitales públicos, por lo que es una donación de sangre perdida.


jueves, 12 de mayo de 2016

Desmontando los falsos argumentos de las mociones aprobadas en los Ayuntamientos que nos prohíben estacionar en sus Municipios


He encontrado en la página web de SOMOS VELILLA la moción presentada y aprobada en el Pleno del Ayuntamiento sobre la cesión a cruz roja de la gestión de las donaciones de sangre y por la cual han vetado el estacionamiento de nuestras Unidades Móviles de donación de sangre.

De las palabras en esa Moción reflejadas sólo puedo extraer una buena dosis de irresponsabilidad. No profundizan en nada de lo que exponen y denotan no haberse documentado antes de su exposición. Proponen una moción sin fundamentos sobre los que asentarse que tiene como consecuencia una decisión tomada a la ligera. Por tanto, en mi opinión, se trata de una maniobra sostenida con argumentos falsos en unos casos, y dudosos en otros, para conseguir una vez más convertir un bien social y común, como es la donación de sangre, en una artimaña para hacer política. Por supuesto estoy de acuerdo en que dependiendo de la política que se aplique, tendremos uno u otro modelo de sociedad y por ende uno u otro modelo sanitario, pero INSISTO UNA VEZ MÁS que el tema de la donación de sangre en Madrid es muy complejo y no debe explicarse con la sencilla polaridad entre sanidad pública o privada.

PROPONGO QUE SE CONVOQUEN DE NUEVO LAS ASAMBLEAS VECINALES DE ESTOS AYUNTAMIENTOS Y QUE LES DEN LA INFORMACIÓN INDICADA EN ESTE BLOG PARA CADA UNO DE LOS PUNTOS EXPUESTOS EN DICHA MOCIÓN. ÁSÍ, TENDRÁN LA OPORTUNIDAD DE DECIDIR DEMOCRÁTICAMENTE Y NO DE MANERA SESGADA. 

Voy a ir analizando cada uno de los párrafos y a continuación sostendré los argumentos en que me baso para mantener que están equivocados.

El texto de la moción irá en cursiva y mis argumentos se explicarán nada más terminar cada uno de los párrafos.

“El grupo municipal SOMOS VELILLA por mandato de la Asamblea Vecinal a sus cuatro concejales presentes en este pleno, presenta para su aprobación la presente moción.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El Gobierno de la Comunidad de Madrid oficializó el 19 de diciembre de 2013 la cesión a Cruz Roja de la gestión de las donaciones de sangre en la calle. Esta decisión ha provocado dudas y sombras sobre un proceso, el de la donación de sangre, que está definido por ley como “altruista y desinteresado”.

Cuando dice “la cesión a Cruz Roja de la gestión de las donaciones de sangre en la calle” omite interesadamente que a su vez Cruz Roja cedió la actividad de los laboratorios de fraccionamiento, de serología, y de técnicas especiales, así como la distribución a los hospitales privados y parte de los hospitales públicos.

El entrecomillado de “altruista y desinteresado” acusa subliminalmente a Cruz Roja de tener intereses alejados de esos dos adjetivos. Que la donación de sangre esté definida por ley como altruista y desinteresada quiere decir que en la actualidad ese acto no es remunerado. Fue en el año 1985 mediante el Real Decreto 1945/1985 del 9 de Octubre, cuando la donación pasa de ser remunerada a voluntaria y altruista. Quiero recordar que el Centro de Transfusión de Cruz Roja se fundó en 1960 y ya se creó con ese espíritu pues sólo recogía sangre a personas que lo quisieran hacer de manera totalmente desinteresada. Fue pionero en la donación de sangre no remunerada, a pesar de no ser obligatorio por Ley.

Esto no implica que el proceso en sí mismo no tenga unos costes. Para Cruz Roja, éstos podemos descifrarlos en costes de personal (médicos, enfermeros, técnicos de laboratorio, conductores, promotores, administrativos, celadores, limpiadores, responsables de cada área), preparación de campañas, material de promoción, material de refrigerio para donantes, desplazamiento de Unidades Móviles, mantenimiento de autobuses, mantenimiento de las oficinas, seguros de responsabilidad civil, seguros de los autobuses, etc..

Este proceso privatizador se remonta a 2004 y es posible gracias a ley 15/1997, piedra angular del proceso privatizador en la sanidad. Las alarmas saltaron en diciembre cuando las trabajadoras de los centros de donación de sangre denunciaron que la Comunidad de Madrid había firmado un convenio con la Cruz Roja donde esta entidad privada pasaría a gestionar en exclusividad la donación en vía pública, es decir, los conocidos autobuses de donación de sangre. La Comunidad de Madrid le cedería la equipación, y pagaría 67 euros por bolsa de sangre recogida.

Es cierto que la Ley 15/1997 es la que desgraciadamente posibilita cualquier proceso privatizador de los servicios públicos. Pero este Convenio no se firmó bajo el amparo de esa Ley, entre otras cosas porque no se trata de una privatización de un servicio público, sino de un reparto de funciones entre los dos centros que operaban en Madrid. Aquí hay que destacar que el propio Decreto 44/1988 de creación del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid (CTCM): en su Disposición Adicional Segunda dice “Se autoriza al Consejero de Salud para que firme cuantos convenios sea necesario formalizar con el Insalud y otras entidades, en orden al mejor cumplimiento de los fines que tenga encomendados el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.” Incluso aunque la Ley 15/97 se hubiera derogado, este Convenio podría haberse firmado

Ni encierros ni protestas lo detuvieron. Desde el mes de marzo de 2014, las bolsas de sangre donadas ya costaban 67 euros por unidad a la sanidad pública. Cada mes de 2014, Cruz Roja ingresaría 471.010 euros a cuenta. El convenio que regula ahora el servicio cedido estipula que la organización recibiría por adelantado el 95% de la mensualidad prevista, siendo el montante anual de 4,9 millones de euros.

La famosa cifra de 67 euros por bolsa de sangre donada no implica una mercantilización de la donación de sangre. Se trata de una recuperación de costes por un servicio prestado para realizar una actividad que ya venía haciendo desde 1960. Se da la circunstancia de que la Comunidad de Madrid, mediante los anteriores convenios de colaboración con el Centro de Transfusión de Cruz Roja ya obtenía componentes sanguíneos procedentes de Cruz Roja. Estos componentes tenían establecido un coste fijado por ley y publicado en el BOCAM. En la actualidad el CTCM procesa y distribuye a todos los hospitales las bolsas de sangre que Cruz Roja recoge en sus unidades móviles. Los componentes sanguíneos procedentes de estas bolsas de sangre también tienen un coste para los hospitales a los que se distribuyen. Éstos tienen que pagar al Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid un precio fijado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid ORDEN 731/2013, de 6 de septiembre, del Consejero de Sanidad, por la que se fijan los precios públicos por la prestación de los servicios y actividades de naturaleza sanitaria de la Red de Centros de la Comunidad de Madrid.
Asimismo, es rotundamente falso que la Comunidad de Madrid pague por adelantado cualquier cantidad a Cruz Roja. Es cierto que Cruz Roja emite facturas por el 95% de la cantidad estipulada como objetivo, pero la Comunidad de Madrid nunca adelanta cantidad alguna; muy al contrario, Cruz Roja debe sufragar los gastos generados día a día hasta que pueda recuperar parte de los costes mediante el abono de las facturas por parte de la Comunidad de Madrid a los tres, cuatro, e incluso cinco meses después. Independientemente de la facturación del 95% del objetivo mensual estipulado, a final de año se produce una regularización que se ajusta al número real de bolsas extraídas.

En 2014, básicamente, la actividad estuvo dividida en dos: una para el centro público y otra para Cruz Roja. En esta fase transitoria, el Servicio Madrileño de Salud debía ceder una furgoneta y tres unidades móviles. El 1 de enero de 2015, el centro público ya se deshizo de las tres unidades móviles y la furgoneta restante, y podría dejar en la calle a unos 130 trabajadores. Se abre la puerta a la mercantilización de la sangre.

Lo que entendemos es que si a Cruz Roja se les da todos los autobuses y todo el material, como los tubos, esparadrapos, etc. y encima se les paga 67 euros por bolsa de sangre, está claro que se va a obtener beneficio.

Efectivamente, la extracción de sangre extrahospitalaria pasa a ser cometido de la Cruz Roja y la Comunidad de Madrid ha cedido para ello 6 unidades móviles y una furgoneta. Igualmente Cruz Roja ha cedido su actividad como centro de transfusión y ha tenido que cerrar sus laboratorios como consecuencia de ello. Destacar la edad media de estas unidades móviles es muy elevada y Cruz Roja ha tenido que gastar una importante cantidad en adecuarlas a sus estándares de calidad.

Es absolutamente falso que haya 130 trabajadores públicos que se puedan quedar en la calle. La Consejería de Sanidad se comprometió con el Comité de Empresa del Centro de Transfusión a no despedir a ningún trabajador del Centro de Transfusión y así ha sido. Afirmar que 130 trabajadores podrían quedarse en la calle se realiza sólo con la única intención de alentar aún más la alarma social creada por estos mismos trabajadores al tener que ser reubicados en otros centros sanitarios. Lo que sí es cierto es el incierto futuro de los 150 trabajadores de la Unidad de Extracción de Cruz Roja si el gobierno de la Comunidad de Madrid decidiera prescindir de nosotros. Ya realicé una explicación pormenorizada en el anterior artículo de lo injusto que sería tomar cualquier decisión de este ámbito sin contar con nuestros puestos de trabajo cualificados.

Por otro lado, si por la firma del convenio entre Cruz Roja y la Comunidad de Madrid se puede afirmar que "se abre la puerta a la mercantilización de la sangre", ¿por qué no se alega lo mismo para con el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid o incluso para nuestro Centro de Transfusión durante todos los años de funcionamiento? Ahora el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid procesa, analiza y distribuye toda la sangre. Cada vez que un hospital privado realiza una solicitud de hemoderivados, éste debe pagar por el coste fijado en el BOCAM (por ejemplo un Concentrado de Hematíes cuesta 140 euros). ¿Quiere decir ésto que la Comunidad de Madrid también mercadea con la sangre? Pues NO, rotundamente NO. Lo que lleva implícito ese importe es la recuperación de costes de todo el proceso y afirmar lo contrario es ser irresponsable.

Insisto una vez más en que la Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja no obtiene ningún beneficio económico con el ejercicio de su actividad. En el enlace anterior de la Orden 731/2003 se puede observar que la sangre total está fijada en 95 euros y no 67. Es obvio que esa rebaja se produce al descontar todo el material cedido por la Comunidad de Madrid para el ejercicio de la actividad.

En todos los años que llevo aquí trabajando he aprendido que para un donante de sangre es verdaderamente difícil de entender que se hable de precio cuando él realiza una acto tan generoso y valioso como es la donación de sangre desinteresada. Por eso, me parece terrible tener que explicar lo que aquí relato. Quiero insistir en que no se trata de pagar nada por la sangre, ni que la sangre sea vendida, sino que los recursos humanos y materiales que se requieren desde que un donante acude a donar hasta que la bolsa puede ser transfundida son costosos y no son gratuitos. Ójala que todo el material necesario (bolsas, reactivos, agujas, balanzas,...) fuera donado gratuitamente por la industria farmacética y que la solvencia económica del personal que trabaja para poder hacer realidad que un paciente sea transfundido fuera tal que médicos, enfermeras, administrativos, técnicos de laboratorio, promotores, conductores, celadores, limpiadoras pudieran realizar su trabajo sin remunerar. Pero desgraciadamente esa no es la realidad, de manera que para que la cadena entre donante de sangre y receptor no se rompa, se debe establecer una cuantía que sirva para que todo pueda funcionar. 


El plan que el Gobierno de la Comunidad de Madrid diseñó en la anterior legislatura para la sanidad pública, se sostiene sobre un pilar: adjudicación a empresas privadas de los servicios. Esperamos y confiamos en que este proceso se revierta en la actual legislatura y así lo vamos a demandar y a exigir.

Que el actual gobierno de la Comunidad de Madrid tenga entre sus propuestas de gobierno la liberalización y privatización de los servicios públicos, no significa que el Convenio específico para regular la donación de sangre en Madrid firmado entre Cruz Roja y la Comunidad de Madrid se enmarque dentro del proceso privatizador. Ciertamente ha coincidido en el tiempo con su intención de privatizar lo que queda de los hospitales existentes ya con gestión privada en Madrid, pero nada tiene que ver con el mismo.

Destacar que revertir este proceso es absolutamente imposible. Para que el proceso pudiera revertirse, tendríamos que volver a la situación anterior del Convenio, es decir dos Centros de Transfusión trabajando al mismo tiempo en la Comunidad de Madrid. A Cruz Roja de Madrid nunca se le permitirá volverá a ser un Centro de Transfusión. Por tanto, sin este Convenio donde asumimos la promoción y extracción de sangre como únicas actividades o sin un proceso donde el personal de Cruz Roja quede integrado dentro del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, estaríamos hablando del cese de una actividad que pondría en peligro a 150 trabajadores.

Como dicho acuerdo no es público todavía, quedan muchas incógnitas pendientes. Por ejemplo, no se sabe si esa sangre se revenderá a empresas privadas como la catalana Grifols, quién gestionará la información confidencial de los donantes de sangre, o si será la Comunidad de Madrid quien pague las sentencias de los juicios en caso de contagios por transfusiones contaminadas.

Abordar la lectura de este párrafo realmente me provoca desagrado y rabia. Las dudas sembradas sobre si la sangre se revenderá a empresas privadas sólo es una maniobra despreciable para tratar de manipular a la opinión pública atentando terriblemente contra la verdad. Se realizan aseveraciones sin ningún fundamento y a pesar de señalar sus dudas, éstas se elevan casi al nivel de ser ciertas. El papel lo aguanta todo.

Haré una breve exposición, para quien no sepa lo que es Grifols. La actividad de la empresa Grifols gira alrededor de la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos derivados del plasma. Todos sus productos y servicios se destinan a la salud humana, siendo principalmente de aplicación hospitalaria. La sangre donada se fracciona a su llegada al laboratorio y se obtienen hemocomponentes que serán transfundidos o utilizados para hacer medicamentos, como es el caso del plasma. Este plasma es comprado por la industria farmacéutica (Grifols u otras) para elaborar productos derivados del mismo y sin él sería imposible la elaboración de medicamentos que protegen nuestra salud. Este plasma es suministrado por los Centros de Transfusión de España a industrias farmacéuticas, entre ellas Grifols.

Como quiera que Cruz Roja YA NO es un Centro de Transfusión y sólo extrae sangre procedente de los donantes que altruistamente quieran donarla, no tiene contacto comercial con Grífols ni con ninguna otra empresa farmacéutica. Desconozco si Grifols obtiene plasma de las bolsas de sangre donadas en Madrid porque el responsable del suministro de plasma es el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, pero en cualquier caso, subrayo aquí la necesidad de esos fármacos derivados del plasma para la salud de mucho pacientes, por lo que no se debe hacer demagogia también con este asunto.

Respecto  a la información confidencial de cada donante, reflejar que ambos Centros, el de la Comunidad de Madrid y el de Cruz Roja están comprometidos con la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de datos de carácter personal. Pero el responsable de la custodia de estos datos es el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, propietario de la base de datos de los donantes de sangre de Madrid. Por supuesto tengo la certeza de que los profesionales del Centro de Transfusión público cumplen a la perfección con su labor de garantes de esa información.

Cruz Roja ya no tiene laboratorios donde procesar y analizar la sangre, sin embargo es parte implicada también en la seguridad transfusional a través de las entrevistas médicas a los donantes. El Centro de Transfusión público es el responsable de procesar y analizar toda la sangre que se recoge en la Comunidad de Madrid. En caso de que haya contagios por transfusiones contaminadas, se determinará mediante investigación si ha habido algún fallo de seguridad en la cadena del proceso desde la extracción hasta la transfusión. El fallo, si lo ha habido, determinará la responsabilidad de cada una de las partes implicadas, y serán los responsables de indemnizar al paciente contagiado por sangre contaminada, tal y como ha sido siempre.

Por otro lado, en noviembre de 2014, Cruz Roja, realizaba una campaña de donación de sangre, con Metro de Madrid y Coca Cola, donde se vulneró el artículo 4.1 del RD 1088/2005 en el que se define la donación como voluntaria y altruista, ya que la persona que dona sangre lo hace por su propia voluntad y no recibe ningún pago por ello. Pues bien, los que acudieron a donar recibían un Metrobús de 10 viajes, o una entrada de cine y un vale canjeable por la descarga de cinco canciones gratis al adquirir la consumición de un combo con Coca – Cola.

Una vez más tengo que hablar de una absoluta desinformación por parte de quienes se atreven a afirmar lo que se expone en este párrafo.

El REAL DECRETO 1088/2005, de 16 de septiembre, por el que se establecen los requisitos técnicos y condiciones mínimas de la hemodonación y de los centros y servicios de transfusión establece en su artículo 4 que “Pequeños presentes como reconocimiento o el reembolso de los costes directos del desplazamiento son compatibles con una donación voluntaria no remunerada”

Acogiéndose a este artículo, es una práctica habitual en los Centros de Transfusión de España y de otros países premiar con pequeños detalles al donante de sangre. Es cierto que en dicha campaña, tanto Metro como Coca-Cola quisieron colaborar obsequiando con lo que se detalla en el párrafo, pero también es cierto que por ejemplo en un Maratón de Sangre del Hospital Doce de Octubre de este año se ofrecía a los donantes que acudieran a donar sangre un sorteo donde podrían ganar los siguientes “detalles”:

·         Dos noches en un Parador Nacional
·         Una guitarra clásica Yamaha
·         Un altavoz para televisión de Sunstech
·         Entradas para el Teatro Real
·         Un aspirador vaporeto de Poltti
·         Dos edredones del Grupo Lo Mónaco
·         Una vajilla de La Cartuja
·         Un móvil
·         Un look de mujer de slow love de Sara Carbonero
·         Auriculares Sony
·         Un microondas Electrolux
·         Un reloj Puma
·         Lote 1: Reproductor DVD – Reloj despertador Sunstech
·         Lote 2: Tablet 7,85” + radio despertador Sunstech
·         Lote 2: Colgante de OPS Object + MP3 de Sunstech
·         Lote de productos de alimentación
·         Entradas para el Museo Reina Sofía

·         Monedero, billetera y neceser de Roberto Verino

Pero también puedo poner otros ejemplos de otras Comunidades, por ejemplo en Valencia, el Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana celebró un maratón de donación de sangre en el Instituto Luis Vives. Todos los donantes recibieron una camiseta gentileza del Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana, entradas de cine y palomitas gratis de los cines ABC.


En Barcelona, en el 2015 el Banc de Sang i Teixits de Catalunya en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona organizó una campaña de donación de sangre en diez bibliotecas de la Ciudad Condal donde se obsequió a cada donante con un libro y una rosa como reconocimiento a su altruismo.

http://www.lavanguardia.com/vida/20160418/401199253686/catalunya-sant-jordi-bibliotecas-y-editoriales-premiaran-donaciones-de-sangre-con-libros.html

Después de lo expuesto, ¿puede alguien acusar a Cruz Roja de vulnerar el artículo 4.1 del RD 1088/2005 en el que se define la donación como voluntaria y altruista?
Sólo pido un poco de sensatez y que se abandone por parte de los partidos políticos una estrategia de manipulación que focaliza sus argumentos en el aspecto emocional en lugar de lo racional.

POR TODO LO ANTERIOMENTE EXPUESTO, PROPONGO QUE SE CONVOQUEN LAS ASAMBLEAS VECINALES QUE LOS AYUNTAMIENTOS CONVOCARON PARA PRESENTARLES LA MOCIÓN CONTRA CRUZ ROJA Y QUE LES DEN LA INFORMACIÓN QUE EXPLICA CADA UNO DE LOS PUNTOS EXPUESTOS EN DICHA MOCIÓN PARA QUE PUEDAN DECIDIR DEMOCRÁTICAMENTE Y NO DE MANERA SESGADA.

Que se lleve al Pleno Municipal la propuesta de revertir su decisión de prohibir que utilicemos suelo público para estacionar nuestras Unidades Móviles.

miércoles, 4 de mayo de 2016

La otra verdad de la donación de sangre en Madrid - En defensa de los trabajadores de la Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja

Soy trabajadora del antiguo Centro de Transfusión de Cruz Roja Española en Madrid, actualmente convertido en Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja Española, en virtud de un Convenio firmado con la Comunidad de Madrid en diciembre del 2013.

Me he decidido a escribir estas líneas porque ya no puedo mantenerme más tiempo callada. Mi indignación no me permite el silencio como defensa de la brutal injusticia que se está cometiendo contra Cruz Roja, contra su Unidad de Extracción de Sangre, contra los 150 trabajadores que día a día tenemos que enfrentarnos a todas las falsedades que se vierten sobre nosotros. Que tenemos que hacer nuestro trabajo a pesar de proposiciones injustas de Ayuntamientos supuestamente progresistas que de manera insensata y con una ingente cantidad de sectarismo nos impiden trasladar las Unidades Móviles de donación de sangre a sus municipios o nos obligan a pagar una tasa por aparcamiento en Vía Pública, con la única intención de trasladar la polémica partidista política a una acción social de gran calado como es la donación de sangre. Todo ello en aras de la “defensa de la sanidad pública”. Obvian en esos acuerdos plenarios que Cruz Roja no es una empresa privada con intereses privados, sino una Institución Humanitaria que se mueve únicamente para ayudar a los poderes públicos y por el interés público, cómo lo hacen muchas otras Organizaciones No Gubernamentales, cuyas acciones sobre el terreno también se realizan a través de la firma de convenios de colaboración con las Administraciones Públicas.
 
Me subleva el mensaje transmitido hasta la saciedad por los trabajadores del Centro de Transfusión que forman la Asociación en Defensa del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid (ADECETMA) y que desgraciadamente ha calado en una parte de la población. Es tan fácil levantar banderas en aras de lo que todos queremos defender. Abrazando el lema de la “defensa de la sanidad pública” y al albur de la Marea Blanca, Adecetma se subió a la cresta de su ola para hacer llegar el mensaje de que lo que se estaba produciendo era también una privatización. Nada más lejos de la realidad, se lo aseguro. Le puedo decir que nunca la hemodonación en Madrid ha sido más pública que ahora.
 
En líneas generales y gracias al 15M, afortunadamente estamos en un momento histórico en el que la conciencia de las personas es mucho más sensible con la defensa de nuestros derechos. Algo que es verdaderamente necesario para que la sociedad avance es no caer en la conformidad y mantener una actitud crítica ante los problemas que de verdad interesan y sobre todo que son de justicia social. Pero si no tomamos conciencia y tratamos de tener información desde todos los puntos de vista posible, también nos hacemos más proclives a juicios de valor basados en manipulaciones mediáticas y políticas vertidas en base a diferentes intereses partidistas.
 
La realidad que enmarca el proceso en el que nos encontramos en Madrid en materia de hemodonación no es sencilla de explicar. Es importante que comprendan que el debate no puede simplificarse con la dicotomía “sanidad pública o privada”. No es la defensa de uno u otro modelo sanitario lo que puede explicar esta cuestión.
 
No podemos contextualizar el presente sin comprender el pasado. Así que para poder comprender la situación actual y valorar la actuación de Cruz Roja en este campo, no me queda más remedio que hacer un poco de Historia.
 
El Centro de Transfusión de Cruz Roja se fundó en 1960 y fue pionero en la donación altruista y voluntaria en España, que por aquel entonces era remunerada. El Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid se creó en el año 1988 a través del Decreto 44/1988, de 6 de mayo, dotándole de la competencia exclusiva en planificación y programación de la hemodonación en el ámbito de la Comunidad de Madrid. A raíz de este Decreto, las funciones y el personal del Instituto de Hematología y Hemoterapia que operaba en Madrid encargado de la donación de sangre, queda integrado en el CTCM. El personal de la Hermandad de Donantes de Sangre, encargado de la promoción de la donación de sangre también queda integrado en el CTCM. Desconozco los motivos por los que no se tomó ninguna decisión al respecto con el personal y las funciones que el Centro de Transfusión de Cruz Roja venía ejerciendo desde 1960 pero resulta evidente que ese hubiera sido el mejor momento para realizar una integración y que hubiera existido un solo centro de transfusión en Madrid. Sin embargo, desde entonces ha habido dos redes funcionando en paralelo para las donaciones de sangre en la Comunidad de Madrid. Una, la del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, de gestión pública, que recogía sangre, la procesaba y la distribuía a los hospitales públicos y otra la de Cruz Roja, Institución Humanitaria sin ánimo de lucro, que recogía sangre, la procesaba y era proveedor, por una parte, de los hospitales privados y, por otro, de los Hospitales Públicos. Por esta distribución de sangre a los Hospitales Públicos, la Comunidad de Madrid también pagaba entonces a Cruz Roja una contraprestación económica publicada oficialmente en el BOCAM y que servía para recuperar costes. Por tanto, convivían DOS Centros de Transfusión en Madrid, creándose así duplicidades en todo el proceso.
 
Esta situación, que puede considerarse anómala en España, con dos Centros de Transfusión, dos laboratorios de procesamiento de la sangre, dos laboratorios de serología infecciosa, con el reparto de la sangre de manera dividida entre hospitales públicos y privados, con el manejo de dos bases de datos de donantes y con el reparto de las colectas entre los dos Centros en todo el territorio de la Comunidad de Madrid, debería haberse corregido mucho antes, desde la misma creación del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.
 
Llevo 16 años trabajando aquí y desde que entré llevo escuchando que en algún momento el gobierno de la Comunidad se sentaría con Cruz Roja para ver la manera de hacerlo. Pero la situación era compleja y ningún gobierno hasta el momento había querido asumir esa responsabilidad. Por supuesto, que el acuerdo al que se ha llegado con la firma del Convenio entre Cruz Roja y la Comunidad de Madrid viene dado por una forma de hacer política afín a los ideales del partido que gobierna en la Comunidad de Madrid, con la que podemos o no estar de acuerdo. Por tanto, también es cierto que desde el año 1988 se podría haber tomado otra decisión para dar solución a tal duplicidad. Igual que ahora se ha decidido realizar una distribución de tareas, también podría haber sucedido que el Centro de Cruz Roja, con todo el personal cualificado que tiene como valor añadido se integrara en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid. Pero la realidad, es que ningún gobierno progresista ni conservador adoptó ninguna decisión entre sus líneas políticas estratégicas para dar solución a este tema y miraron para otro lado.
 
A raíz de la firma del Convenio en el año 2013, el Centro de Transfusión de Cruz Roja española DESAPARECE como tal desde el 1 de enero de 2015 y el CENTRO DE TRANSFUSIÓN PÚBLICO DE LA COMUNIDAD DE MADRID pasa a ser el único que PROCESA Y DISTRIBUYE TODA LA SANGRE recogida de los extraordinarios donantes que tiene esta Comunidad. Como consecuencia de ello, Cruz Roja se ha visto obligada a CERRAR SU LABORATORIO DE FRACCIONAMIENTO, A CERRAR SU LABORATORIO DE SEROLOGÍA INFECCIOSA Y A ABANDONAR LA DISTRIBUCIÓN DE SANGRE A LOS HOSPITALES PRIVADOS Y PÚBLICOS COMO VENÍA HACIENDO DESDE HACE MUCHISIMOS AÑOS. A pesar de este cierre, Cruz Roja ha respetado los puestos de trabajo de los 150 trabajadores, a excepción de la Jefa de Área de Serología Infecciosa que fue despedida al no tener cabida en ningún departamento. En la actualidad, por tanto, nuestro único cometido es seguir haciendo una de las labores que veníamos haciendo desde el año 1960, que no es otra cosa que la promoción de la donación de sangre y la extracción extrahospitalaria. Queda demostrado por tanto, que no hemos aparecido de la nada para quitarle a nadie su cometido, sino que ya nos dedicábamos a esta gratificante tarea mucho antes de la existencia del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, y que por ello, cualquier decisión que se tome respecto a una fusión de los dos Centros o un reparto de tareas, como al final ha sido el caso, se ha de tomar contando con nosotros. No se puede y no se debe despreciar nuestros puestos de trabajo especializados y con gran experiencia en materia de promoción y atención al donante de sangre. De otro modo, sería completamente injusto y espero que todo el mundo así lo entienda.
 
Desde el año 2013 he tenido que escuchar o leer mentiras como que los que trabajamos aquí somos voluntarios o que el coste humano de este proceso lo ha asumido plenamente la Comunidad de Madrid. Me resulta muy doloroso que nadie, ningún medio de comunicación, ningún sindicato, ningún partido político, ningún movimiento social se haya parado a pensar qué ha sucedido con todo el personal sanitario de los laboratorios que han cerrado en Cruz Roja. Que nadie haya salido en nuestra defensa, como si existieran trabajadores de primera o de segunda. Pues digo bien alto que el coste humano de este proceso está siendo soportado por la Comunidad de Madrid reubicando al personal afectado y por CRUZ ROJA, reubicando también al personal afectado. La sustancial y gran diferencia entre ellos y nosotros es que ellos tienen su puesto de trabajo asegurado.
 
Respecto a los trabajadores de ADECETMA no pretendo incomodarlos, ni muchísimo menos, pero en mi humilde opinión, lo que de verdad les ha movido a desprestigiar la labor de Cruz Roja estriba en el malestar que surge por tener que ser trasladados a otros centros sanitarios de la Comunidad, y no, como dicen, en defender la Sanidad Pública. Si no, no puede explicarse que no hayan dicho nada ni hayan alentado a la opinión pública por el hecho que desde abril de 2013 parte de la donación de sangre se haya privatizado de verdad a través del convenio de colaboración que la Comunidad de Madrid firmó con el grupo de hospitales privados Madrid que engloban al Hospital Madrid Puerta del Sur, Hospital Madrid Montepríncipe, Hospital Madrid San Chinarro y Hospital Madrid Torrelodones.
 
El Grupo Madrid de Hospitales se convirtió también en Unidad de Extracción de Sangre para Donación con la firma de un Convenio con la Comunidad de Madrid, y realizan las funciones de promoción y donación de sangre en Unidades Móviles y en puntos fijos de sus hospitales, recibiendo también del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid una contraprestación económica por la sangre recogida y enviada allí. La diferencia entre esa Unidad de Extracción y la nuestra es que ellos NUNCA con anterioridad a la firma de ese Convenio habían estado gestionando nada en materia de donación de sangre y nosotros ya habéis visto nuestra probada experiencia.
 
Todavía no he escuchado ni leído nada en su contra, ni por parte de ADECETMA ni por parte de los medios de comunicación que se han hecho eco de las opiniones de éstos para llenar titulares y artículos en consonancia con su línea editorial. Me pregunto por qué y la respuesta es muy clara: Ese convenio, a pesar de privatizar de verdad una parte de la donación de sangre, no significó ninguna modificación laboral para ninguno de los trabajadores del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid. Entiendo que es sólo por eso por lo que a día de hoy no hay ninguna voz que se alce para denunciar que eso sí supone una verdadera privatización.
 
Defiendo la sanidad pública y cualquier otro servicio público, nadie que me conozca sabe que soy sospechosa de lo contrario. Yo también me he indignado y manifestado junto a la marea blanca y mucho antes de su creación, cuando Juan José Güemes, siendo Consejero de Sanidad anunció en el 2008 la famosa “oportunidad de negocio” de la Sanidad ofertando la construcción y la gestión privada de hospitales públicos a Constructoras y demás empresarios. Recuerdo que en el acto de concentración en contra no éramos más de 200 personas. Motivos más que suficientes hay para salir a la calle cada día y pedir explicaciones a nuestros gobernantes sobre las derivaciones y demás cuestiones que están perjudicando de verdad a la Sanidad.
 
No es el caso que nos atañe. Como he dicho anteriormente, la hemodonación en Madrid es más pública que nunca y la realidad de los 150 trabajadores que con ilusión salimos cada día, haciendo de hilo conductor entre el donante y el paciente para que la sangre sirva para salvar vidas, se vería realmente afectada si no pudiéramos trabajar en esta Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja.
 
Me gustaría saber si todas aquellas personas que están en contra de este Convenio, si los ediles de los Ayuntamientos que nos boicotean, si los miembros de ADECTEMA se han parado a pensar en la responsabilidad que tienen si al final la Comunidad de Madrid decidiera cancelar este Acuerdo y como consecuencia de ello, la situación laboral de los 150 trabajadores que conformamos esta Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja se viera comprometida.
 
Creo en Cruz Roja, en su ingente labor en defensa de los más necesitados, dando siempre soporte a los poderes públicos donde más lo necesitan. Es completamente injusto que digan que Cruz Roja vende la sangre para tratar de boicotear un Acuerdo legítimamente establecido. Cruz Roja no vende nada. Cruz Roja realiza un servicio para la Comunidad de Madrid, cuyos gastos están sufragados en parte por esta Comunidad. Ni más ni menos. Nosotros no somos voluntarios, somos trabajadores que cobramos una nómina. La actividad en si misma genera unos gastos.
 
Desde la misma firma del Convenio, en diciembre del año 2013 venimos sufriendo un acoso constante, acusándonos de representar una privatización de un servicio público y de vender la sangre. La campaña de descrédito se desarrolla por diferentes ámbitos de la comunicación. Nuestra actividad diaria se ve afectada sobremanera: se increpa al personal de Cruz Roja cuando realizan las campañas; se hace campaña en contra nuestra, boicoteando nuestros carteles, y las señales de reserva de espacio, además de impedirnos el acceso a determinadas empresas. En ocasiones ha habido personas que acuden a nuestras campañas de donación para pedir a los donantes que no suban a las Unidades Móviles de donación y ahora se nos niega la posibilidad de aparcar nuestras Unidades Móviles en vía pública en municipios como San Fernando de Henares, Velilla de San Antonio, Torres de la Alameda, y Mejorada del campo o nos obligan a pagar una tasa en municipios como Coslada, equiparando nuestra labor a cualquier actividad comercial, alegando defender la sanidad pública y negándose a comprender el problema de fondo del que estamos hablando. Nunca he visto tanta demagogia.
 
Y a pesar de esta agresiva campaña de desprestigio, salimos cada día a la calle con nuestras Unidades Móviles tratando que el desánimo no afecte a nuestro trabajo diario y trabajando con denodado esfuerzo para conseguir cuantos más donantes de sangre mejor.
 
Los miembros de ADECETMA que a día de hoy todavía continúan haciendo daño a este proceso hablan en defensa del Centro de Transfusión de la Comunidad, como si éste estuviera en peligro, cuando nunca en su historia había sido más público, ya que procesa y distribuye a todos los hospitales, públicos y privados toda la sangre que se recoge en Madrid. En mi opinión lo que realmente está en peligro es el trabajo de 150 trabajadores de Cruz Roja, pero sobre todo y por encima de todo la máxima perjudicada es LA DONACIÓN DE SANGRE y como última instancia EL PACIENTE que la necesita, puesto que como consecuencia de esta operación de desprestigio hemos visto descender preocupantemente las donaciones de sangre.
 
Así, elevo mi voz en defensa de nuestro trabajo y sobre todo en defensa la “Donación de Sangre” en nuestra Comunidad. Tanta mentira y manipulación mediática de lo acontecido ha hecho que muchos donantes dejen de acudir a realizar su donación de sangre habitual, porque por mucho que se les diga que vayan a su hospital a donar, no lo hacen o lo hacen con mucha menos frecuencia que cuando lo hacían en la Unidad Móvil de su barrio o de su empresa.
 
La exquisita delicadeza que hay que tener ante la generosidad y el altruismo que envuelve el acto de la donación de sangre, hace que lanzar mensajes como que “Cruz Roja vende la sangre” sea de una insensatez sin precedentes. Es no entender la sensibilidad de los donantes de sangre. Demuestra que los trabajadores de ADECETMA que han estado arrojando tanta confusión entre la comunidad de donantes de sangre no comprenden, ni quieren, ni creen en un gesto tan frágil y tan importante como es la donación de sangre. Es no saber dónde están, ni cuál es su trabajo. Y soy consciente de que estas acusaciones pueden incomodar al el personal del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid (CTCM) y lo siento de verdad, pero mi indignación no me permite verlo de otra manera. Por supuesto que no pretendo generalizar ni quiero que se me malinterprete: quiero destacar también la gran valía de muchos profesionales del CTCM que trabajan duro día a día para sacar adelante este difícil proceso.
 
Estas palabras pretenden humildemente poner de manifiesto las injusticias que veo día a día respecto a lo que se dice de nosotros como trabajadores y además difundir la otra verdad, la otra cara de la moneda para que la opinión pública tenga la oportunidad de hacerse un juicio verdadero sobre lo que está pasando. Simplemente pretendo ser una voz más que exprese por escrito lo que mis compañeros en las Unidades Móviles están cansados de repetir una y otra vez a los donantes de sangre que están confusos con las informaciones que hay en carteles y redes sociales sobre nosotros y que muy a menudo tienen que enfrentarse con gran profesionalidad a situaciones hostiles, incluso a insultos por el sólo hecho de realizar su trabajo.
 
Espero que este mensaje sea bien entendido por la Comunidad de donantes de sangre, por los responsables de los Ayuntamientos que nos niegan el poder acercar la donación de sangre a sus vecinos, por los Sindicatos, por los Partidos Políticos, por los Medios de Comunicación y por todos aquellos que en estos dos años no han hecho otra cosa que boicotear indecentemente nuestro trabajo, perjudicando gravemente a la donación de sangre en Madrid.
 
Animo desde aquí a mis compañeros a unirse en esta lucha por nuestro trabajo.